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Desde ya les agradezco a todos y pido disculpas si no se agrega la fuente por que muchos correos no la poseen y para no cometer errores no se agrega pero en este pequeño equipo estamos muy agradecidos para con todos. Muchísimas Gracias a todos en general por su valiosa información y por su cordial atención.

Equipo Infinito.



martes, 11 de noviembre de 2014

El Cacique Ramiriqui Se Convierte En Sol

Nos relata este mito que, en un principio, la tierra estaba cubierta de inmensa noche. En ella tan solo habitaban dos seres humanos: el cacique de la Iraca o Suamox y su sobrino, el cacique de Ramiriquí.

En la tremenda soledad de la lobreguez eterna y la inconcebible monotonía de apenas dos seres solitarios que poblaban la tierra, éstos decidieron lleranrla de seres humanos, para, así, romper la agunstia que asolaba sus corazones. De esta manera fue como un día los dos caciques – tío y sobrino – hicieron varios muñecos de barro, imitando al hombre, mientras quesimultaneamente, confeccionaron otros cuerpos, esbeltos y hermosos, de unos juncos o varas huecas, y formaron la mujer. Con el soplo divino del supremo creador, las estatuillas cobraron vida, y animándose, corrieron alegres por todas las campiñas. Así se formó la raza humana. No obstante, las tinieblas continuaban sumiendo la tierra y los hombres en la más desesperante oscuridad.

Apesadumbrado el cacique de la Iraca con esta negrura eterna, pidióle a sui sobrino, el cacique de Ramiriquí, que fuese a las alturas a traerle al mundo
Apesadumbrado el cacique de Iraca con esa negrura eterna, pidiéndole a su sobrino, el cacique de Ramiriquí, que se fuere a las alturas a traerle al mundo el consuelo de la luz. El cacique, con su prontitud, inició su ascenso al cosmos ilímite. 

Subía, subía el cacique de Ramiriquí por el inmenso vacío, a tal altura llegó que de súbito convirtiéndose en un astro fulgente, que iluminó, con sus rayos esplendorosos, la tierra y la humanidad. ¡El cacique Ramiriquí habíase convertido en el Sol ¡ Muy pronto, con la luz deslumbrante del astro rey, la pupila humana alegró se del paisaje, de las flores, del agua, que formaban un conjunto de belleza incomparable. La humanidad no conocía dicha igual, porque además de tan hermoso espectáculo que le brindaba la luz sobre la tierra, recibía calor para entibiarse en los crudos inviernos, como también porque hacia germinar las plantas que les daba alimento fácil y seguro. Su dicha no conocía límites.

Mas el cacique de la Iraca no estaba del todo satisfecho, ya que durante parte del tiempo caían espesas sombras, como las que otrora acongojaran los espíritus. Esto es a la luz séquiale la oscuridad, con su negrura y su frio. Acongojado el cacique, quiso darle a la tierra y a la humanidad una luz que les iluminase, también, en las noches.

Tomo la misma ruta que antes siguiera a su sobrino, el cacique Ramiriquí, que habiase convertido en el astro rey, soberano de las alturas. El cacique de la Iraca ascendió a distancias vertiginosas y, pronto, él mismo se convirtió en otro astro luminoso, sí, pero menos incandescente: en la luna. Este nuevo luminar dióle al mundo una luz tenue en las noches, mas no tenía ni el esplendor, ni el calor del sol. No obstante, era una promesa de los cielos, una compañía en las soledades d la noche, que amparaba al hombre hasta que renaciese en las alturas, el sol magnificó y esplendente.

En esta forma, la tierra y la humanidad, disipadas las tinieblas adoraron en las altas cumbres de la bóveda, sus dos luminares majestuosos: el sol y la luna.


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