El athame es uno de los elementos más conocidos y antiguos
de la brujería ancestral y los rituales de Wicca. Es un cuchillo de doble filo
que no debe ser usado para cortar ni para grabar simbología o palabras en
ningún material, pues su verdadero cometido es el de canalizar y proyectar la
energía que recibe desde la mano que lo sostiene.
Se usa frecuentemente para crear y deshacer el círculo
protector, purificar la sal y el agua del altar, realizar invocaciones manteniéndolo
con su hoja hacia arriba, etc… entre muchas otras funciones, además de
simbolizar al elemento del fuego.
La punta del athame puede ser terminada afilada o roma, como
mejor crea que le sirva a la bruja o brujo que lo vaya a utilizar. Y una de sus
características más destacables es la del color de su mango, pues éste deberá
ser de color negro; éste color es el más adecuado para la absorción y
transmisión energética.
Es muy importante que la hoja de este cuchillo no toque la
sangre, y mucho menos se utilice para realizar rituales con devociones mediante
ofrendas de sangre; pues además de ir en contra de las bases de la brujería
básica, estaremos sellando nuestra esencia con una o varias deidades, cosa que
nunca se debe hacer, pues la vida da muchos cambios y por causas del destino,
nuestras creencias pueden cambiar de un panteón a otro.
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