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Desde ya les agradezco a todos y pido disculpas si no se agrega la fuente por que muchos correos no la poseen y para no cometer errores no se agrega pero en este pequeño equipo estamos muy agradecidos para con todos. Muchísimas Gracias a todos en general por su valiosa información y por su cordial atención.

Equipo Infinito.



miércoles, 5 de junio de 2013

El Hombre que Escapó del Infierno



Clifford Hoyt sufrió un accidente vehicular cuando tenía 31 años. Sufrió heridas de gravedad y estuvo dos semanas inconsciente. Aunque estaba en estado de coma, Clifford realizaba movimientos bruscos. Las enfermeras decían que en momentos parecía que quisiera defenderse de alguien que lo atacaba.

Cuando recobró la conciencia, después del accidente, Clifford dijo a la enfermeras que había muerto y había visitado el infierno. Contó que había experimentando las horribles torturas que allí pasaban los condenados.

Tras negarse a recibir tratamiento psiquiátrico, Clifford salió del hospital.

Un mes después, los vecinos de Clifford se quejaron ante el dueño del edificio donde vivían de que él ponía música alta toda la noche. El dueño del edificio abrió el apartamento de Clifford y encontró que era un verdadero chiquero. Clifford estaba desnudo, pero lúcido y hasta se quejó cuando su arrendatario quiso llamar a la Policía.

Consciente del daño al inmueble, el propietario tomó fotos del apartamento, incluyendo una en la que Clifford estaba tirado en el piso, en medio de las excretas y abrazando un cubo de hielo. Lo único que pudo hacer el casero fue contactar a la familia de Clifford. Los parientes llegaron y se lo llevaron a un centro psiquiátrico.

Una y otra vez, Clifford le narró a sus familiares que lo que padecía era una secuela de su estadía en el infierno, cuando estaba en coma. Según él, los demonios que lo atormentaban en el infierno hacían lo mismo en su apartamento. Para espantar a los espíritus malignos ponía música toda la noche.

Clifford solo salía lo necesario para conseguir víveres, que incluían grandes bloques de hielo a los cuales se abrazaba para dormir. Decía que el calor que sentía cuando lo visitaban los demonios, igual como el que sintió en el infierno, era insoportable y solo tenía algo de alivio cuando abrazaba el cubo de hielo, tal y como fue captado en la foto que tomó su casero.

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