Atención Por Favor.

Ante todo nos dirigimos y agradecemos a todos por la ayuda que nos dan con este blog ya sean seguidores, oyentes del programa de radio y por sobre todo a todos aquellos propietarios de webs, blogs, libros y todos los lugares donde han obtenidos la información y nos han acercado a nuestro mail para que podamos publicarlas en este humilde blog, para que todas las semanas desde hace ya 7 años podamos compartir en dos emisiones las tantas historias, enigmas y misterios del universo que se van pasando de generación en generación y así reflejar esas viejas leyendas, historias, enigmas y misterios que de niños oímos mas de una vez y que nos asustaban en algunos casos como también en otras nos enseñaban a valorar y respetar esas narraciones.

Desde ya les agradezco a todos y pido disculpas si no se agrega la fuente por que muchos correos no la poseen y para no cometer errores no se agrega pero en este pequeño equipo estamos muy agradecidos para con todos. Muchísimas Gracias a todos en general por su valiosa información y por su cordial atención.

Equipo Infinito.



miércoles, 16 de marzo de 2011

La Chica De La Curva


Pasaban quince minutos de las nueve de la noche cuando Cobos decidió irse. Llevaba varias horas delante de la pantalla del ordenador, sin apenas pestañear y pensó que ya era hora de marchar a casa.

Fuera, en la calle, ya había anochecido hacía un buen rato. El viento soplaba con una fuerza inusitada, como antesala de una tormenta que estaba a punto de llegar.

Antes de cerrar la oficina con su llave, tecleó en la pequeña consola la clave para activar la alarma electrónica. Esperó unos segundos tras cerrar la puerta hasta que escuchó un pitido agudo que indicaba que la alarma quedaba en servicio, y con un gesto instintivo se echó la gabardina por encima de los hombros. El frío arreciaba y empezaba a lloviznar.

Con paso rápido alcanzó su vehículo, un viejo Renault verde oscuro que pese a los años, se encontraba en bastante buen estado. Abríó la puerta y con rapidez se introdujo en su interior.

Introdujo la llave en el contacto y en breves segundos una tenue luz dió vida al cuadro de mandos. Giró la rueda de la calefacción al tope, y se dispuso a iniciar la marcha hacia su hogar.

La tormenta se fue volviendo cada vez más virulenta a medida que se alejaba de la oficina. Aún le quedaban unos 50 kilómetros hasta llegar a su casa, situada en las afueras de una pequeña ciudad dormitorio. Decidió encender la radio para hacer el trayecto más apacible; sin embargo la grave voz del locutor de ese programa de misterio que tanto le perturbaba, inundó el oscuro interior del vehículo.

Giró a la derecha para incorporarse a la carretera comarcal por la que tendría que transitar varios kilómetros. No le gustaba nada regresar a casa por este camino, máxime cuando hacía una noche tan desapacible como esta, ya que el firme no se encontraba en buen estado y apenas había iluminación. De hecho se había producido en ella varios accidentes en los últimos años, alguno de ellos mortal. Esto también había dado lugar a habladurías de la gente, que afirmaba que en una curva se aparecía una mujer joven vestida de blanco y con aspecto desaliñado.
Cobos no era una persona que diera mucho crédito a este tipo de historias. Sin embargo tenía que reconocer que había algo en esa carretera que le provocaba una sensación extraña, de intranquilidad.

Ya había dejado atrás las luces de la pequeña ciudad, y la oscuridad lo inundaba todo. Sólo el resplandor de los faros delanteros era capaz de romper con la negrura de esa noche sin luna. De pronto, una sensación muy extraña se apoderó de él. Se dió cuenta que no se escuchaba ningún ruido, salvando la radio y el sonido del motor y los neumáticos sobre la gravilla.Decidió parar en el arcén sin saber bien para qué, ni que se encontraría. Abrió la puerta del coche y salió. Fuera llovía copiosamente, pero apenas se escuchaba algo más que el ruido del motor y el golpeteo de las gotas de lluvia en el techo del coche. Se introdujo de nuevo en el vehículo, e inició la marcha, sin haber despejado del todo ese hormigueo que tenía en el estómago.

Su incertidumbre duró poco tiempo. Al mirar por el retrovisor interior del coche se dió cuenta de que no iba solo. Una mujer totalmente empapada, con un vestido blanco, y la mirada ausente se encontraba en el asiento trasero.

Era imposible que se encontrara allí: el vehículo sólo tenía dos puertas y de ninguna forma se podía acceder a la parte trasera, salvo por la puerta del lado del conductor, ya que la otra se encontraba averiada desde hacía varios días y no se podía abrir.

Su corazón empezó a latir aceleradamente. Frenó en seco y con sus manos se tapó el rostro, con la esperanza de que todo fuera fruto de su imaginación. Sin embargo al volver a mirar por el retrovisor, la figura seguía sentada en el mismo lugar.

Cobos se giró y balbuceando preguntó a la mujer quién era, y que hacía allí. Sin embargo esta no articuló palabra. Su mirada seguía perdida Dios sabe donde...

No podía ser. No podía estar nadie allí. No podía ocurrir que esa vieja historia de la mujer de la curva le estuviera ocurriendo a él. No creía en ese tipo de tonterías. Decidió salir del coche y echar un vistazo desde fuera. Tenía que ser fruto de su imaginación.

Asió la palanca de la puerta con la mano dispuesto a abandonar el coche, y de repente sintió una fuerte presión en el cuello. Notó como dos manos frías como el acero le presionaban impidiendo el paso de aire a los pulmones. Miró sorprendido por el retrovisor y la imagen que vió le provocó pánico. La mujer ya no tenía esa mirada fria y distante sino todo lo contrario: los ojos parecían que se iban a salir de las órbitas y reflejaban un odio que nunca había visto en ningunta otra mirada.

Intentó zafarse de las manos de la mujer pero le resultó imposible. Poco a poco, a medida que el oxigeno apenas llegaba a sus pulmones, fue perdiendo la consciencia, seguro de que iba a morir, pero sin entender aún porqué. Hasta que la mujer aproximó sus labios y dijo con una voz carente de expresión: nos veremos en el infierno, donde estoy desde aquella noche que me atropellaste en la curva que acabamos de pasar. ¿Recuerdas?

Fueron las últimas palabras que escuchó. Después reinó la oscuridad más absoluta.

Alguien Bajo tu Cama


La citada historia le sucedió a una niña de 9 años, hija única de padres de gran influencia en la política local; esta niña tenía todo lo que hubiese querido y deseado una niña normal, con buena educación, pero con una soledad incomparable. Sus padres solían salir a fiestas de caridad y reuniones del ámbito político, y la dejaban sola. Todo cambió cuando le compraron un cachorro de raza grande para que cuidase a la niña cuando creciera, pasaron los años y la niña y el perro se volvieron inseparables. Una noche como cualquier otra los padres fueron a despedirse de la niña; el perro, ya acostumbrado a dormir con la niña, se tumbaba bajo de la cama. Los padres se fueron y pronto la niña se sumió en un sueño profundo, aproximadamente a las 2:30 de la madrugada, un fuerte ruido la despertó, eran como rasguños leves y luego más fuertes. Entonces, temerosa, bajó la mano para que el perro la lamiese (era como un código entre ella y el perro) al sentir su lengua en la mano se tranquilizó y durmió otra vez. Cuando se despertó por la mañana descubrió algo espantoso: En el espejo del tocador había algo escrito con letras rojas. Cuando se acercó, vio que era un rastro de sangre que decía así: "NO SÓLO LOS PERROS LAMEN". Entonces dio un grito de terror al ver a su perro desangrado en el suelo de su habitación. Se dice que cuando los padres la encontraron ella no decía otra cosa más que: "¿Quién me lamió?" y decía el nombre de su perro, se volvió loca y hasta la fecha está en un manicomio y sus padres, tratando de olvidar lo que hallaron en el cuarto y a su hija, se fueron al extranjero. La incógnita más grande es: según los que fueron a investigar al cuarto de la niña, el perro ya estaba muerto, desangrado en el suelo, desde hace horas. ¿Quién le lamió la mano a la niña debajo de la cama?

No Juegues Con Las Langostas


Una mañana alrededor de las 5 AM, Susan DeLucci de 22 años despertó en su casa de Kittery, Maine, con una dolorosa necesidad de orinar. Al principio pensó que tenia diarrea, excepto que se trataba del orificio corporal equivocado. Se aproximo tambaleándose al baño y de su vagina salió el ruido mas horrible y nauseabundo jamás oído.

Envuelta en un dolor paralizante, miss DeLucci continuó durante unos minutos, empujando y expulsando a chorros de su vagina una marea ardiente de inclasificable inmundicia. Mientras se asía con fuerza a los lados del baño, gritaba con desesperación lo que alertó a los vecinos que llamaron a la policía. Cuando la policía y los médicos llegaron encontraron a la mujer inconsciente, tumbada en el suelo del baño, sin nada encima excepto su bata de baño.

Chorreando desde su entrepierna se podía ver una corriente de jarabe verde amarronado. El médico decidió cambiarla a un lugar mas ancho, así que cogió su pierna izquierda, cruzada sobre la otra pierna para enderezarla hacia fuera, ya que ella se encontraba tumbada retorcidamente.

Cuando el levantó su pierna izquierda, pretendiendo enderezar su cuerpo, expuso su vagina y en ese momento una criatura, no mas grande de la extremidad de un dedo salió de sus órganos genitales y aterrizó en el suelo estallando en un húmedo sonido. Impresionado el médico miro fijamente la criatura que reposaba ahora en los azulejos del cuarto de baño, recubierta por una capa mucosa. Era un camarón minúsculo del fango que se retorcía con saltos a un lado y a otro casi jadeando por agua. El médico horrorizado volvió su cara al baño mientras sentía como las nauseas le envolvían.

Cuando puso su cara sobre el baño, la siguiente visión fue tan horrorosa que hasta el día de hoy no puede mirar un baño sin convulsionar .La totalidad de la taza hervía con crías de camarón del fango marrones que se movían saltando y salpicando con ritmo furioso.

La muerte de Susan DeLucci fue el resultado de una combinación de impresión y traumatismo craneal. Cuando terminó, se levantó de la taza llena de dolor y vio lo que había hecho. La impresión fue tal que se desmayó y se cayó, rompiéndose la cabeza contra el baño y luego contra el suelo.

Dos noches antes del suceso había comprado en la pescadería una langosta viva. Mientras descansaba en una tina, insertó suavemente la cola de la criatura en su vagina para darse placer. En ese momento sostuvo un mechero en la cara de la langosta lo que le llevaba a mover su cola en violentos y espasmódicos movimientos. Los médicos encontraron una cinta XXX de contenido lésbico en la videocasetera y la TV justo delante de la tina.

La langosta fue encontrada en la basura de la cocina envuelta en una bolsa de papel. Se encontraron restos de ADN de DeLucci en la langosta junto con pelos pubicos entre las juntas de la cola de la langosta. El intestino y colon de la langosta estaban llenos de huevos de camarón del fango.

Los especialistas creen que la langosta los había comido previamente por lo que se supone que la langosta excretó los huevos en la vagina de miss DeLucci cuando esta lo torturaba. Estos huevos son comunes en el agua de las pescaderías en los mercados y son generalmente inofensivos ya que mueren al cocerse.
El camarón del fango de Maine solo tiene dos días de gestación y DeLucci estaba solamente a cuatro días de su período. En ese punto de su ciclo menstrual, su matriz tenia el equilibrio perfecto de pH para incubar al camarón de fango, versión mas grande de los populares "Sea Monkeys", tan vendidos en los EEUU. Durante la noche los huevos comenzaron su ciclo y el camarón del fango empezó a doblar su tamaño cada 10 minutos!!!Pueden imaginarse el intenso dolor interno que sufrió al despertar esa mañana y dar a luz a 1000 crías del camarón del fango?

lunes, 14 de marzo de 2011

Las Caras De Belmez


Circundando las entrañas de la Sierra Mágina en las inmediaciones provinciales de Jaén, se enclava un pequeño y acogedor "pueblecito" denominado Bélmez de la Moraleda. Es rara la persona relacionada o estudiosa de las parapciencias de todo el mundo, que no haya oído hablar de este pueblo. Cuando se escucha Bélmez de la Moraleda, en seguida se asocia a unas caras, pero... ¿a qué caras?

Sí, en efecto, podemos asociar al pueblo de Bélmez de la Moraleda unas caras, unas formaciones teleplástias que asemejan rostros y bustos que parecen de seres humanos.

El día 23 de Agosto de 1971, Bélmez de la Moraleda estaba sometido a un caluroso día de verano, pero a pesar de ello en el interior de las casas se agradecía el frescor que proporcionaban las gruesas paredes. Doña María Gómez, cocinaba tranquilamente en la cocina de su casa realizando los menesteres propios, cuando de repente se percató de que en el suelo junto al fogón, había una extraña mancha. La mancha después de haberla examinado concienzudamente por ella y su marido Juan Pereira, resultó ser una especie de rostro informe. La examinaron una y otra vez, sin saber ciertamente de lo que se trataba. Miguel, hijo de la familia Pereira, conseguía imaginar un rostro. Ese día no se le dio mucha importancia, pero conforme transcurrían las horas aquel rostro sin forma se convertía en la imagen clara de una faz humana. La familia Pereira salió aterrada de la casa, cuando vieron al día siguiente esa imagen sobre el suelo de cemento. En el pueblo se despertó la curiosidad por la extraña imagen que en la casa de María había tenido aparición. Los propios vecinos, hacían referencia a que la imagen se parecía a la Santa Faz que hay en la Iglesia de Jaén.

Pánico en la Casa de los Pereira

Miguel, presa de pánico junto con sus padres, procedió a picar el rostro que en el suelo de la cocina había aparecido. Pero unos meses más tarde, concretamente en septiembre de ese mismo año, hacía aparición otro muy parecido al anterior. Esta vez la familia lo tomó con más filosofía y extrajo el rostro aparecido en el mismo lugar que el primero y lo colocó en la pared de la cocina con un cristal cubriéndole a modo de cuadro. En el lugar donde apareció la última cara, Miguel acompañado por el maestro de obras del Ayuntamiento de Bélmez de la Moraleda, excavó un foso en la cocina de la casa de 2’80 metros de profundidad por 1’50 de diámetro. El pensamiento unánime de todos los asistentes, era encontrar fotografías enterradas, que creían que podrían ser las causantes de la emulsión de las imágenes. Pero la verdad es que sólo encontraron numerosos huesos en el subsuelo de la casa de María, que en conjunto con la vivienda contigua y parte de la Iglesia, formaban parte de un antiguo cementerio del siglo XIII, aunque la antigüedad del pueblo date del siglo XV. Todas estas fechas las proporcionaron los estudios efectuados por el C14 (Carbono 14) en una universidad española.

Al poco tiempo, tras enlucir el suelo de nuevo con cemento, concretamente el 10 de septiembre de 1971, nuevos rostros hicieron aparición en gran número, esta vez en torno a uno central más imperfecto y difuminado. La verdad es que tampoco tuvo tiempo de esclarecerse demasiado, porque el joven Miguel aterrado por la aparición de estos rostros procedió a picarlos dejando los fragmentos junto a la pared del fogón, lugar donde han estado hasta hace muy poco.

El Fenómeno Persistía de Manera Implacable

Pero ocurrió lo esperado. Los rostros, volvieron a hacer aparición en el suelo de la cocina. Se podían distinguir rostros femeninos y masculinos, con trajes y desnudos y a veces meciendo sus cabellos al viento.

El día 1 de Noviembre de 1975, en presencia del conocido parapsicólogo don Germán de Argumosa así como de otros acompañantes célebres de la parapsicología, se procedió a levantar del suelo de la cocina la imagen hoy en día más clara, la imagen bautizada como "el pelao". Los hijos de María procedieron ese mismo día a restablecer el suelo de la casa enluciéndolo con cemento. No a mucho tardar, el 18 de ese mismo mes hicieron aparición nuevos rostros que pudieron verse claramente a lo largo de un periodo de tiempo, ya que en el mes de Diciembre de 1976 las figuras que se encontraban en una parte de la casa, comenzaron a desaparecer y formarse otros diferentes encima de ellas.

Muchas gentes han atribuido al fenómeno, manipulación personal o bien simplemente que alguien se divertía pintando las extrañas formas y burlándose de la gente. Esto, hay que decir que se cae por su propio peso. Grandes investigadores de todo el mundo como Hans Bender, Germán de Argumosa o Pedro Amorós han pasado sus equipos por esta popular casa de Bélmez de la Moraleda. Muchas universidades de Europa y Argentina, han estudiado los fragmentos de las caras que en el lugar se obtuvieron. Nadie, repito, nadie ha sido capaz de demostrar que el fenómeno que se produce en el suelo de la cocina de María Gómez Cámara, se trate de algún tipo de pintura, tintura o similares productos tales como nitratos y cloruros o incluso sales de plata.

Comienza la Investigación de Campo

El día 5 de Abril de 1996, me dispuse a partir hacia ese misterioso lugar encallado en el fondo de la Sierra Mágina, en la provincia de Jaén. J.J. Requena, Antonio García y Manuel Capella investigadores del S.E.I.P. (Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas) accedieron al viaje y me acompañaron para realizar informe y presenciar las investigaciones que pretendía llevar a cabo.

Tras tomar contacto con María y esta acceder a una dura y exhaustiva investigación del fenómeno y de las propiamente dichas teleplástias, el mismo viernes por la noche comenzamos a preparar los equipos que íbamos a utilizar a lo largo de la investigación. Amaneció un lluvioso día, cosa bastante común en aquel lugar y como ya veremos en el desarrollo de las investigaciones, quizás pueda ser la causa del mantenimiento de las famosas teleplástias de Bélmez de la Moraleda. Nos dispusimos a ir hacia el lugar una vez tomado un copioso desayuno en la posada de Lorenzo. María nos recibió un poco recelosa pero con júbilo, como ella dice "le gusta que los científicos investiguen en su casa, para saber si se saca algo en claro".

Realizamos un vasto y amplio documental fotográfico con películas de diversas características. Filmamos con vídeo y con película sensible al infrarrojo, todas las apariciones de los rostros e imágenes que se mostraban en el suelo de la cocina y del "hall" pasillo de entrada a la vivienda. Pudieron contabilizarse en total más de 15 imágenes diferentes en las dependencias antes mencionadas. Una de las imágenes más características es la de "el pelao", imagen que ha sido sometida a numerosas pruebas y exámenes científicos demostrando la autenticidad de la misma.

El polígrafo Dictaminó Sentencia

A pesar de someter a María al uso de un polígrafo (Detector de mentiras) y aun sabiendo que no es fiable al 100%, se pudieron corroborar muchas de las preguntas que se le hacían con respecto a la formación de las caras y su misteriosa aparición. También se procedió a analizar la humedad del suelo y se pudo comprobar que bajo condiciones normales, el suelo posee un índice de humedad superior al 80%. Uno de los motivos por los cuales creo que las teleplástias toman una intensidad superior al del resto de otras formaciones que aparecen en otros lugares, es la excesiva humedad en combinación con algunos materiales o elementos que forman parte del suelo o del cemento de la casa. Lo más curioso es que cuando las imágenes se humedecen, toman una coloración más oscura, que las hace sobresaltar del fondo de cemento.

Algo que no Podía Faltar: las Psicofonías

El experimento por excelencia que no podía faltar, era el de la Psicofonía. Han sido muy famosas las psicofonías obtenidas por el parapsicólogo Germán de Argumosa y su grupo de investigación. Pero evidentemente yo debía intentar conseguir "mis propias voces". Se dispusieron un total de tres magnetofones. El numerado como 1, era el que iba recogiendo todas las conversaciones de fondo de manera que en caso de inclusión psicofónica, poder corroborar que no se trata de un simple ruido producido por un agente externo. El segundo magnetofón, se encontraba escondido y nadie de los asistentes tenía conocimiento del mismo. Este trataría de identificar posibles fraudes por parte de alguno de los investigadores o asistentes a la investigación. Por último, el denominado como 3, era el aparato con el que se realizaban las experiencias de transcomunicación y su posterior análisis psicofónico. El primer aparato se colocó junto a la segunda de las imágenes aparecidas, la que se encuentra hoy en día enmarcada en la pared de la cocina. El segundo se encontraba en el interior de mi maleta de investigación y el tercero estaba situado en la mesa junto a María y yo, habiendo colocado el micrófono junto a la teleplástia de " el pelao", apoyada en la pared del hogar de la cocina. En el lugar existía un factor de radiación inferior a 15 REM / Hora, una medida normal y corriente. La humedad, se disparaba de una manera asombrosa. La temperatura rondaba los 11ºC en el interior de la cocina. El nivel de detección del polígrafo conectado a una de las plantas, era normal. Se estableció un sistema para evitar el ruido que procedía del exterior anulando el mismo de una forma muy sencilla. Y el nivel de campos electromagnéticos era completamente nulo, quizás dado el extremado grosor de las paredes de la casa.

Las Reveladoras Psicofonías nos Daban Nombres, Detalles y Hechos

Una vez nos centramos en la investigación, comenzamos a registrar alguna psicofonía. Tras una primera valoración del estudio de la cinta master utilizada en el aparato numero 3, se han detectado más de veinte claras inclusiones psicofónicas de gran trascendencia y claridad. Y a éstas iban ligadas un sinfín de debilitadas vocecillas. Conforme se van realizando exámenes de la cinta master, se detectan nuevas entradas, por ello digo que dejo abierto el caso de investigación psicofónica ya que la última palabra en cuanto al análisis psicofónico, está todavía por dar. Como ejemplo de alguna grabación podríamos citar una clara voz de mujer que dice claramente: ANGHELA. La verdad es que en el lugar no había nadie que se llamara así, pero María recordó que una antepasada de ella se llamaba Ángela.

Otra voz, pero en este caso con profunda voz de hombre nos dijo: MATAR A YEI. Debo decir que tampoco había nadie que se llamara Yei o algo parecido, pero la inclusión dada su claridad si bien es curiosa.

Nada más iniciar el proceso de grabaciones por la tarde del sábado, una voz de hombre se presenta diciendo: MAONI y a continuación una titubeante y desgarrada voz de niña replica con claridad extrema: MAMAAAA. La verdad es que esta última psicofonía, nos pone los pelos de punta y nos estremece de manera extraña. A continuación, María preguntaba: ¿Os gusta mi compañía? a lo cual le respondieron de una manera inmediata; SI con voz masculina. Otro investigador preguntaba ¿Quienes son los que han formado estás imágenes en el suelo? La respuesta fue también inmediata, una voz masculina le afirma: YO HE SIDO...TÚ. Realmente era inquietante, pero...ese TU ¿qué significaría? La respuesta vino dada por otra voz que nos respondió a esta pregunta diciendo: UNA PENA. Cuando pregunté que si en aquel lugar había algún "ente" o ser invisible, se me respondió de una manera que no me lo esperaba. Una fina vocecilla femenina replica: ALMAS HAY...

Bien, esto es un reflejo del gran número de respuestas obtenidas y por supuesto conservadas a disposición de cualquiera que desee investigarlas o escucharlas para comprobar su autenticidad. Pero quizá lo más importante de todo es la propia respuesta o conclusión a la que llegamos después de la investigación.

Un Cementerio más Antiguo que el Propio Pueblo

En Bélmez de la Moraleda hace ya muchos años se encontraba un cementerio junto a la Iglesia del pueblo la cual se remontaba hacia el siglo XVII. Esta Iglesia a su vez estaba construida sobre las ruinas de una antigua ermita. En el lugar, ya se solían realizar enterramientos junto a la Iglesia o bien ermita. La Iglesia datada del siglo XVII, se erguía sobre las ruinas de ese antiguo cementerio. Para no desaprovechar el lugar y guardando tradición, se siguieron enterrando a las personas en la parte más cercana a la Iglesia que se encontraba en el mismo lugar donde hoy en día se halla la actual. Hay que tener en cuenta, que la casa de María Gómez Cámara y la adyacente, estaban construidas sobre uno de los extremos del cementerio, es decir, de la parte más antigua del mismo. Esto lo comprobamos al observar que la tierra que se extraía del foso practicado en la cocina de la famosa casa, estaba mezclada con huesos que según las pruebas efectuadas pertenecía al siglo XIII. Mientras que en la excavación que se efectuó hace 25 años sobre la Iglesia de Bélmez de la Moraleda con el fin de reconstruirla, puso al descubierto ataúdes antiguos, pero nunca tanto como los huesos hallados en la casa, y este hecho me lo ratificó un testigo presencial de las excavaciones. Hay que decir que el patio de la casa de María "hace pared" con la Iglesia, al igual que la casa vecina del número 3, ya que la de María en el número 5.

Fenómenos Poltergeist en la Casa Vecina

Haciendo alusión a la casa vecina. Según he tenido noticias, los inquilinos y propietarios de la misma, dicen haber escuchado ruidos, gemidos, voces y demás fenómenos que se podrían clasificar como poltergeist, como arrastrado de muebles, caída de cuadros etc. He de aclarar que María afirma que en ningún momento se han producido este tipo de fenómenos en su casa. Esto me da pie a extraer dos conclusiones:

1ª .- Si lo que se dice de la casa del número 3 de la calle Real es cierto, quizás se le pueda atribuir el fenómeno de las teleplástias al mismo que causa los supuestos poltergeist y como las dos casas son las únicas que están emplazadas en el terreno perteneciente al antiguo cementerio y también son la únicas en toda la calle, en las que han ocurrido este tipo de fenomenología paranormal, me inclino a pensar que la causa de los fenómenos extraños, reside en el emplazamiento del susodicho cementerio y más concretamente a su parte antigua.

2ª.- La buena fe y sinceridad por parte de María al afirmar que realmente en su casa no ocurre nada paranormal, sólo las caras (que no es poco). Pero si analizamos esto último, nos damos cuenta de que si María buscara algún afán de protagonismo a la hora de exponer o mostrar su caso a la opinión pública podría perfectamente decir que en su casa también ocurren estos fenómenos y como en la mayor parte de veces que realmente ocurren los hechos, el investigador nunca está presente ya que se producen en lo momentos más íntimos e inesperados, María podría haber aprovechado la buena fe de los investigadores y haber colado alguna "mentirijilla", cosa que hubiera potenciado el fenómeno en gran manera. Pero no, no ha sido así, María ha sido totalmente sincera con nosotros y creo que con todo el mundo y a pesar de que mucha gente opina que estas caras son pinturas de algún misterioso artista que se entretiene engañando a la opinión pública, siempre gozará de la credibilidad de todos nosotros, los verdaderos investigadores de este tipo de fenomenología. Y si alguien duda, le remito a que se acerque a Bélmez y lo compruebe personalmente.

Cuál fue el Verdadero Motivo de Aparición de las Misteriosas Caras

Otro tema es el cómo y porqué hace casi 25 años. En efecto, sería muy interesante saber porque ocurrió el fenómeno de las teleplástias. Buscando algún motivo y apoyándome en lo anteriormente expuesto, si se me permite opinar, voy a hacerlo. Durante las fechas del mes de Agosto de 1971 en la Iglesia de Bélmez de la Moraleda se hicieron unas reformas importantes. Tal era su magnitud que cambiaron parte de la cimentación de la Iglesia. Rellenando con tierra y cemento el antiguo santuario que antaño fue un cementerio. Cuando salía del pueblo de Bélmez de regreso hacia Alicante, pasé por el actual cementerio del pueblo y tras una larga conversación con el sepulturero, abusando un poco de la repentina confianza que ofrecen las gentes del lugar, me contó que él mismo había estado presente en la exhumación de los restos de ese antiguo cementerio. Es más, me mostró el lugar donde hoy en día se emplazan los huesos que del suelo de la Iglesia se extrajeron.

Era evidente que en un camposanto o cementerio, las gentes desearan estar con sus familiares enterrados más o menos como hoy en día se hace, en panteones o fosas adyacentes. Como antaño se enterraba simplemente en el suelo, al remover los cimientos de la Iglesia, imagino que muchos de los restos fueron también removidos y cambiados de lugar. Ya que los patios de las casas número 3 y número 5 de la llamada hoy calle Real no se tocaron en esta restauración, así como tampoco el resto de la vivienda, al efectuar excavaciones en la cocina de la casa de María se encontraron huesos pertenecientes a ese tan nombrado cementerio. Y claro, lo que allí había enterrado era el resto de los huesos que formaban parte del camposanto emplazado antiguamente en aquel lugar. Si tomamos como base de formación de las teleplástias este hecho y nos percatamos de que la fecha de aparición de la primera cara fue el 23 de ese mismo mes y de ese mismo año, podríamos tener un motivo, una razón, un por qué.

Aguas Subterráneas

La pregunta que estáis pensando muy probablemente, será el por qué se forman estas extrañas imágenes en la casa de María y no se forman en la casa del número 3 si las dos están sometidas al mismo evento. Bien, tengo una posible respuesta que no ha sido muy fácil demostrar. Una persona que goza de ciertas facultades radiestésicas, sondeó numerables puntos de la vivienda y del exterior, así como de la calle. La conclusión fue que se detectó una corriente de agua que cruzaba la casa de María y que iba a morir a un lugar cercano al hogar de la cocina, punto central de aparición de las caras. En la casa adyacente no ocurre esto. Claro, si tomamos como base de la formación de las caras el alto índice de humedad, quizás esta corriente de agua subterránea proporcione la humedad necesaria para que afloren las imágenes. Miguel el hijo de María, recortó la tercera de las imágenes en formación, presa del pánico. El hecho de haberla recortado y haberla dejado situada en un rincón de la cocina, provocó que la imagen no quedara fijada y aun hoy en día se observa difusa y reseca. Este evento, según mi parecer ocurrió por haber arrancado la imagen del suelo y haberle eliminado la humedad, cosa que es sin lugar a dudas lo que favorece la observación, mantenimiento y vida del fenómeno. Dado este caso y cotejando el hecho de que las imágenes aparecen y desaparecen de forma esporádica y repentina, me pregunto... ¿Por qué las teleplástias que se han extraído del suelo no han desaparecido o se han modificado sabiendo que las que se muestran hoy en día "in situ" pueden incluso moverse? Si María fuera la causante del fenómeno, evidentemente las teleplástias de la tercera cara así como la de "el pelao", y de algunas otras que se encuentran fuera del suelo o paredes, también se habrían modificado o incluso habrían desaparecido unas y aparecido otras. Cuando una imagen se extrae del suelo de la casa, al poco tiempo muestra como unas pequeñas vetas blancas en forma de retícula que van apareciendo en los contornos del fragmento, hasta que se seca y queda la imagen plasmada. Cuando se humedece, instantáneamente toma un color gris oscuro aclarando la propiamente dicha imagen de manera espectacular y dándole como un rayo de vida.

Por qué la Exclusividad en la Casa de María

Si lo que quiero demostrar con esto es cierto, en la casa de al lado no podrían formarse estas teleplástias por escasez de humedad, ya que por allí no pasa ninguna corriente de agua. Claro, de alguna forma el efecto, energía o "entes" generadores de las caras de la casa de María, tendrían también que causar algo en la vivienda vecina para manifestar su "pena", ya que se encuentra emplazada de igual manera, en el antiguo cementerio y también los restos han sido separados unos de otros. Los fenómenos poltergeist ocurridos en la casa adyacente, corroboran el hecho. Si bien no son tan "escandalosos" o conocidos como las teleplástias, también se han manifestado de una u otra forma y de una manera irrefutable tengo que aceptar que tanto una como otra casa están expuestas a los fenómenos paranormales. Y María Gómez Cámara, no es ni mucho menos la causante de los fenómenos. A pesar de esto, como la mente humana es tan desconocida no quiero cerrarme y prefiero dejar abierto el campo mental, es decir, que María puede de alguna forma haber coadyudado a la formación de las teleplástias con su "fuerza mental", pero no admito que María Gómez Cámara, sea el motivo causal de las formaciones teleplástias de Bélmez de la Moraleda.

La Santa Compaña


La Santa Compaña, también conocida como “La Güestia”, es una procesión de almas en pena cubiertas con una gran capa blanca que les cubre todo el cuerpo y el rostro. Además de esta capa otro de sus símbolos más característicos son unos velones que cuando los observamos de cerca vemos que son huesos humanos, hacen sonar la campanilla que anuncia su paso y a veces se les vio portando un cadáver. Cuando se cruzan con algún viandante le conminan a abandonar el camino diciéndole: “Andai de día que la nuoche ye mía”. Cuando te cruzas con ellos la única forma de evitarlos es trazar un circulo en el suelo y tumbarte boca abajo en su interior evitando mirar a la satánica procesión. Si no lo haces y recibes uno de sus tétricos velones, debes de devolverlo cuanto antes a sus propietarios o prepararte, puesto que antes de un año te sobrevendrá la muerte. Sólo se acercan a la iglesia el día de Difuntos, lo que refuerza la idea de que se trata de una procesión diabólica.

Es un mito de procedencia indoeuropea, posteriormente cristianizado, que parece proceder etimológicamente de "hostis antiquus", que para Constantino Cabal sería un ejército o multitud de almas, de carácter maligno, mientras que Aurelio del Llano lo traduce como "hueste antigua = ejército de diablos". De hecho, en las viejas mitologías de esta área indoeuropea, hallamos divinidades como Votan, que conduce un ejército de almas; curiosamente, Álvarez Peña ha constatado que en Pravia y lugares cercanos, la "Güestia" se acompaña de "la pirriría", es decir, un cortejo macabro de muertos y de perros.

Dicen los folkloristas que al lado del mito se mueven bromistas o incluso frailes, en busca de más misas de ánimas, un paisano vio venir luces hacía él y sacando el bastón, las retó: "Sodes ánimas en pena o sodes xente que quier tolena", y se esfumaron las luces.

Pero en el sentir popular, son los difuntos que vuelven, para reparar faltas o pedir misas, como el mismo autor constató en Aldín (Valdés) o Llanera o nosotros mismos en las aldeas de Boal. Sin duda, guardan relación con este mito los temores nocturnos a los cementerios; el respeto a los fuegos fatuos, que en los pueblos marinos de Occidente creen que son las almas de los ahogados; el reverencial temor a las apariciones de los enterrados con hábito, que no descansan hasta que se les quita.

Testimonios de Apariciones

Miles de testimonios aseguran haber visto una procesión de figuras con sudario, que avalarían la existencia del mito gallego de la Santa Compaña. ¿Qué hay de cierto? Veamos las hipótesis más sugestivas y los relatos de algunos testigos.

El doctor Pereira regresaba a casa al filo de las dos de la madrugada tras atender un parto difícil en una aldea vecina. Al doblar un recodo del camino se encontró con «La Compaña». Era un grupo de unas ocho tétricas figuras vestidas de blanco y cubiertas con sendas capuchas comandado por un pálido individuo que portaba una gran cruz de madera. La fantasmal comitiva se movía en el más absoluto silencio, mientras un fuerte olor a cera quemada lo inundaba todo. De repente, el grupo se detuvo frente a la casa de Manolo, el de la ferretería. El pánico dominó al doctor Pereira que salió disparado, como alma que lleva el diablo, para refugiarse en su vivienda, al otro lado del pueblo. Atrás quedaba el «mito imposible» que había visto con sus propios ojos: «La Santa Compaña». Cuatro días después Manolo el ferretero moría de un infarto en la tasca del pueblo...

Este es uno de los casos típicos y tópicos que el folklore y la cultura popular gallega amontona entre los relatos de los viejos lugareños de cualquiera de sus aldeas. Y es que resulta muy difícil, aún en los años noventa, encontrar una aldea o pueblo gallego en el que no exista, al menos, un testigo de estas insólitas apariciones.

Muchos han sido los literatos e intelectuales gallegos que han elegido «La Santa Compaña» como el argumento base de sus fábulas, y muchos también los antropólogos y sociólogos que han pretendido estudiar y comprender el mito. Pero todos los intentos de cuadricular esta tradición han sido pobres en resultados, ya que el mito de «La Compaña» ha sido asimilado de tal forma por la cultura rural gallega que sus variantes y matices son demasiados para ser clasificados alegremente. Cada pequeña localidad posee una «Santa Compaña» con personalidad propia.

Naturalmente existen casos abundantes para apoyar cualquiera de las creencias populares sobre ánimas, a pesar de que con el estudio serio y científico que algunos investigadores han hecho del mito, éste comienza a perder su aureola sobrenatural para encontrar, en muchos casos, una serie de respuestas posibles más lógicas y terrenales.

Según el estudio de algunos antropólogos o investigadores que se han ocupado del tema, en muchas ocasiones las apariciones de «La Compaña» se daban en lugares de características similares: terreno irregular, poca luz, un solo testigo y a altas horas de la noche... Algunos estudiosos, tras analizar casos concretos, llegaron a la conclusión de que en muchas ocasiones una pandilla de contrabandistas de tabaco, tan habituales en Galicia, o una partida de mariscadores, bien podrían haber sido tomados en la penumbra de la noche y por unos testigos pre-condicionados culturalmente, por una procesión de «ánimas en pena». Y no les falta razón.

Tétricas Leyendas

Fernando Magdalena, del Centro de Investigaciones Psicobiofísicas de Vigo, confesaba que el número de casos de aparición de la «Santa Compaña» ha disminuido notablemente; para nosotros es debido en buena parte a la creciente iluminación y asfaltado de los caminos; para los «creyentes» la razón es que ahora se rezan más misas a los difuntos...

Pero, aunque en menor número, las apariciones no han desaparecido. En El Ferrol Juan Pérez decía: «Estaba con mi hermano en el coche, cerca de la playa, cuando los vimos. Eran una media docena. Todos vestían túnicas blancas, como de monjes, y se movían en silencio por encima de las rocas. Nos quedamos petrificados sin poder decir palabra...».

Bruno Alabau, otro testigo de la insólita aparición, fue el más explícito, ya que pudo presenciar el fenómeno desde más cerca: «Fue en marzo de 1982, en Gisamo (La Coruña)».

«Yo era boy-scout y me encontraba con mis compañeros en una acampada de fin de semana. Después de la cena, ya era de noche, hicimos un "acecho", una especie de juego del escondite. Yo decidí rodear el campamento a través del bosque, así que me fui colina abajo y cuando estaba llegando al camino ví unas luces. Pensé que sería alguno de mis compañeros así que me escondí detrás de unos árboles con la idea de darles un susto, pero el asustado fui yo. No me preguntes qué era aquello. Eran siete en dos filas de tres y con uno de ellos delante, entre las dos filas. Todos vestían igual, una especie de túnicas terminadas en unos capuchones, como los de Semana Santa. El de delante llevaba una gran cruz que parecía hecha con dos maderas planas. Y los dos que le seguían, uno en cada fila, llevaban una gran vela cada uno. Los otros cuatro no llevaban nada. Me quedé allí, como paralizado, hasta que cruzaron frente a mí y se perdieron tras los árboles. Luego volví corriendo al campamento pero no conté nada a nadie; me tomarían por loco...».

Según la tradición popular, Bruno habría tenido mucha suerte, ya que el fundamento del mito es el de que «La Santa Compaña» está compuesta por un grupo de difuntos precedidos por un vivo condenado a salir todas las noches a los caminos, comandando la fúnebre peregrinación, portando la cruz o un cubo de agua bendita, hasta encontrarse con otro vivo a quien traspasar la condena y así quedar libre. De no hacerlo así, en un determinado tiempo iría enfermando y palideciendo gradualmente hasta morir.

Dicen los lugareños que no todos los mortales tienen la facultad de ver con los ojos a «La Compaña». Elisardo Becoña Iglesias, en su obra «La Santa Compaña, El Urco y Los Muertos» explica que según la tradición, tan sólo ciertos «dotados» poseen la facultad de verla: los niños a los que el sacerdote, por error, bautiza usando el óleo de los difuntos, poseerán, ya de adultos, la facultad de ver la aparición. Otros, no menos creyentes en la leyenda, habrán de conformarse con sentirla, intuírla, etcétera. Y es que habría una serie de indicios de la proximidad de la aparición como podría ser el olor a velas surgiendo de repente, o el espanto de determinados animales: perros, gatos, caballos... que según la leyenda pueden ver esos fantasmas por algún tipo de sensibilidad especial.

El buen creyente habrá de dejarse guiar por esa intuición y tomar igualmente las medidas oportunas. En las afueras de La Coruña, existe el caso de Fernando A. Hermida: «Iba con mis hermanos a ver una carrera de motos cerca de Santa Cristina. Debían ser las ocho, pero como era invierno ya había anochecido. De repente, escuchamos que los perros de una finca cercana comenzaron a ladrar como locos y un fortísimo olor a cera quemada nos rodeó. No es que yo crea en esas cosas pero, por si las moscas tracé un círculo en el suelo a nuestro alrededor, hicimos "la higa" con las manos y gracias a Dios no pasó nada... ».

Algunos investigadores han intentado buscar paralelismos entre otros casos de «aparición fantasmal» en Galicia y el mito de la Compaña. Celia D. Calo, joven administrativa de órdenes, describe la aparición en su propio domicilio de un ser alto, vestido de blanco y con apariencia cuasireligiosa. Si nos limitásemos a tan pobre descripción, efectivamente podríamos buscar paralelismos, pero «La Compaña» posee una estructura, una personalidad y una tradición muy específica como para equipararla, gratuitamente, con otras apariciones. Más aún cuando el caso presenta tintes precognitivos. Precisamente esta es una de las señas de identidad de la auténtica «Santa Compaña».

En la localidad pontevedresa de Marín, existe otro caso, el de Charo Santiago: «Yo regresaba a casa después del trabajo. Aquella noche había salido un poco más tarde porque teníamos tarea atrasada. Salí de la carretera principal de Marín por el atajo que tomaba siempre que tenía prisa. Entonces los ví. Eran unos diez. Vestían todos de blanco y algunos llevaban luces, velas o candiles. Estaban parados delante de la casa de Mari Carmen, una vecina que conozco hacía años. Yo me asusté mucho y eché a correr hasta llegar a casa. No lo comenté con nadie hasta que dos días después esta vecina moría de repente, de no se qué enfermedad rara...».

Casos como el de Charo han llevado a especular a algunos parapsicólogos con la posibilidad de que se trate de una justificación inconsciente del testigo que ha tenido una premonición de muerte y la proyectase mentalmente como «La Compaña».

Desgraciadamente hasta el momento no se ha hecho ningún tipo de investigación en profundidad. Javier Alonso Rebollo comenta los aspectos psicológicos de «La Santa Compaña»: «En sí mismo este mito reúne las características clásicas de los populares «fantasmas», a pesar de verse influído por otros aspectos del folklore gallego. Uno de los mayores legados que el neolítico dejó en esta región es el de la vida más allá de la muerte, y las diversas corrientes culturales y heréticas que llegaron a Galicia nos trajeron la creencia en que eran posibles las comunicaciones con ese más allá. Esto podría entroncar con determinadas creencias espiritistas. Pero además «La Santa Compaña» presenta un aspecto precognitivo al anunciar la muerte del visitado por esta comitiva, y también aspectos relativos al desdoblamiento «astral», ya que el vivo que ha de presidir la peregrinación no podrá esconderse en ningún lugar ni huir. Según el mito, cada noche, inevitablemente, y mientras no traspase la cruz a otro vivo, saldrá de su cuerpo cuando esté dormido y aparecerá nuevamente al frente de la procesión de difuntos...».

Sea como fuere, miles de personas en toda Galicia aseguran haberla visto. Cientos de testigos afirman haberse topado en las oscuras «corredoiras» gallegas con una fantasmal procesión compuesta de pálidos espectros vestidos de blanco, mensajeros de la muerte y del miedo.

El Caso de Sofía Pérez

En el municipio pontevedrés de Budiño existe uno de los casos más típicos y arquetípicos de aparición de la Santa Compaña.

Sofía R.Pérez es un ama de casa de 42 años, madre de cuatro hijos, conocida y respetada por todos los vecinos del pueblo. A pesar del tiempo transcurrido desde su experiencia, Sofía la recuerda perfectamente.

«Yo tenía ocho años, mi madre y yo habíamos salido para visitar a una amiga y bajábamos por el camino de detrás de la casa, cerca del cementerio.

No era muy tarde, pero como era invierno ya era de noche. Fue justo al llegar al cruce. Yo oí un ruido de pasos muy grande, como si se acercase mucha gente. Le pregunté a mamá si lo oía y dijo que sí. Entonces vimos que bajaba por la carretera una procesión, como de un entierro. Eran muchos, no sé el número, pero todos vestían igual. Llevaban una especie de túnicas negras que les cubrían todo el cuerpo, con una capucha también negra. Pasaron muy cerca de nosotros.

Nos quedamos paralizadas. Yo era muy pequeña y no entendía muy bien qué era aquello, pero mi madre estaba aterrorizada, me apretaba muy fuerte contra ella, diciéndome que no hiciera ruido. Y cual fue nuestra sorpresa que al final de la fila de «La Compaña», vimos a una mujer; ¡A una vecina nuestra!.

Era la «Tía Preciosa», una vecina que vivía unas casas más arriba de la nuestra. Yo la reconocí por su forma de andar, porque tenía un defecto en las piernas y luego la vimos muy claramente. Llevaba como un palo en la mano y una especie de «pedra» como un mármol, pero muy, muy brillante. Pasó a nuestro lado en silencio «como un ánima». Y se fue detrás de la Santa Compaña.

No nos dio tiempo de preguntarle que hacía allí. Cuatro días después de pasar esto, la vecina moría. Estaba en la cocina y un rayo entró por la chimenea y la mató. Yo creo que aquello fue un aviso... todos avisamos antes de morir...».

Todos los Nombres para un Mismo Fenómeno

Ya en 1946, el conocido intelectual gallego Vicente Risco publicaba un extenso artículo en el que citaba una decena de nombres con que se conocía a la procesión en distintas poblaciones gallegas:

-Procesión de las ánimas: Aplicado especialmente en el sur de Galicia, sobre todo en Orense.

-Santa Compaña: Aplicado mayoritariamente en Galicia Norte.

-Hoste o Hueste: Aplicado en algunos lugares al formar la comitiva una especie de hueste o mesnada.

-Hostilla: del latín «enemigo», aunque probablemente contaminada en la evolución de la tradición de las ánimas.

-Estatinga o estadinga: considerada una derivación de «hostia antiga» o «Nemigo antigo».

-Estadea: derivación probable de «estadal», la vela usada para iluminar a los difuntos.

-Antaruxada: uno de los nombres menos frecuentes.

-Pantalla: En opinión de Vicente Risco, fusión de los términos «Pantasma» y «Espantallo».

-Visión: En este caso sinónimo de «aparición».

-Visita: En clara referencia a la intencionalidad de la aparición.

Respecto a esa intencionalidad del fenómeno existen numerosas versiones, aunque las más compartidas por los testigos se dan las siguientes:

-Para pedir misas por su salvación a los familiares vivos.

-Para reprochar a los vivos pecados o faltas cometidas.

-Para reclamar el alma de un pecador que morirá tiempo después de la aparición.

-Para cumplir una pena infringida por alguna autoridad del más allá a fallecidos en pecado.

Fórmulas de Protección

La cultura rural expone también una serie de estrategias para librarse de la condena en caso de toparnos frente a frente con «La Santa Compaña». Existen varias fórmulas de protección, aunque las más populares serían:

-Acompañarse de un gato negro y, en caso de toparse con la macabra procesión, arrojárselo y huir. Sabido es el rico simbolismo mágico del gato en todas las culturas.

-Trazar el Círculo de Salomón rápidamente en el suelo e introducirse dentro, no abandonándolo hasta que «La Compaña» haya desaparecido.

-Determinados gestos mágicos como «la figa o higa» o «los cuernos».

La Sombra Del Desierto


Esto sucedio en Arabia hace 500 años. En la época en la que toda la gente en su mayoría eran ladrones y muy poca gente honesta quedaba. Un día un anciano cansado de que le robaran sin cesar hizo un echizo en el cual invoco a Anubis el Dios de la muerte y le pidió una solución. Nada sucedió durante unos meses y el mismo hombre invoco nuevamente a Anubis pero en este intento despareció.

Nadie sintió su falta puesto que no tenía familia, pero cada vez que los ladrones luego de un ataque se iban al interior del desierto estos eran decapitados. Una vez un grupo de ladrones se lanzó a averiguar que sucedía, entre su equipo había un joven niño el cual jamás había robado. Esperaron hasta la noche y cuando estaban dispuestos a irse todos fueron decapitados a una velocidad impresionante. Sólo el niño sobrevivió y cuando le preguntaron que sucedió el afirmó tan solo ver una sombra y por esta razón la bautizaron "La sombra del desierto".

martes, 8 de marzo de 2011

El Misterioso Cerro Uritorco


El Cerro Uritorco, se encuentra en Capilla Del Monte, Córdoba en Argentina, y es un lugar rodeado de misterios, allí muchas personas han avistado Objetos Voladores, e incluso se sabe que Guillermo Alfredo Terrera fue un humilde profesor cordobés que alguna vez imprimió unos cuadernillos en los cuales se refería a un antiguo ceremonial de los indios Comechingones a los pies del Cerro Uritorco, al que llamaba “el Valle de los Espíritus”.

Aún cuando no hay una fecha cierta en cuanto a los comienzos de una leyenda, decía Terrera en sus escritos y luego vulgarizaron otros exploradores, que en el Uritorco se erigía “la ciudad intreterrena de Erks”. Supuestamente, una ciudad dentro de las cavidades del enorme cerro. En otras latitudes del mundo también se hacía referencia a la existencia de estos fenómenos sobrenaturales.

El profesor cordobés Guillermo Terrera planteó la existencia de una ciudad dentro del Cerro y los supuestos avistajes de Ovnis alimentaron el mito del lugar. El 9 de enero de 1986 en los cerros de Pajarillos (lugar aledaño en Capilla del Monte), una mancha quemóla tierra en forma circular, fenómeno que llevó a las autoridades del lugar a presentar el escenario como el de posible avistajes de Ovnis.

En esa época comenzaron las peregrinaciones de quienes se decían devotos de una fraternidad cósmica e iban al encuentro de sus hermanos superiores, quienes supuestamente eran los habitantes de esa ciudad intraterrena y los viajeros de las naves voladoras no identificadas.

Pero quien fue el primer explorador místico del Uritorco se llamó Angel Cristo Acoglanis, un médico nacido en Grecia en 1925 y llegado a la Argentina en 1950. Radicado en principio en la ciudad de Rosario, Acoglanis decía haber cursado en los Montes del Tibet las técnicas antiquísimas de imposición de manos para curar a los enfermos. Las mismas que utilizaba Cristo, según referencias bíblicas.

Acoglanis fue el primero en viajar a las sierras del pajarillo y en el Valle de los Espíritus organizaba como un sacerdote ceremonias nocturnas las noches de plenilunio. Utilizaba para cantar salmos e himnos espirituales el idioma sánscrito, la que se conoce como la madre de todas las lenguas y principalmente el lenguaje utilizado para las escrituras más sagradas del mundo Oriental (entre ellos el Bhagavad Gita o Canto del Bienaventurado, que en la Argentina se puede conseguir con traducción al inglés-español realizada por el Mahatma Ghandi).

El médico Ángel Cristo Acoglanis, quien organizaba ceremonias nocturnas en el Cerro en las que oficiaba de sacerdote, fue asesinado por su amigo y mecenas: Rubén Antonio. Acoglanis tuvo como socio, amigo y mecenas en estas travesías místicas a Rubén Antonio, hermano de Jorge Antonio, quien lo acompañó muchos años hasta que el 19 de abril de 1989 sucedió lo imprevisto. Un crimen extraño, anormal, cuyas motivaciones quizás conoció sólo Jorge Antonio y a las cuales jamás quiso referirse. Su hermano Rubén asesinó al médico Acoglanis y la historia y leyenda del Uritorco se tiñó de sangre y muchas dudas.

Esto es un misterio que aun el hombre no a podido resolver, pero que en caso como este que le ocurrió a nuestro amigo Roberto de Flores en Buenos Aires , en sus vacaciones es algo que nos da un indicio que en este universo no estamos solos ya que el justamente en Capilla del Monte el Día 7 De Enero de 2011, en un paseo logro fotografiar un objeto y nos envío la foto para compartirla con todos los seguidores de este blog en donde tratamos los distintos misterios del universo como también la leyendas que de tiempos muy remotos se vienen pasando de generación en generación.

En cuanto a mi opinión personal creo que la raza humana no es la única que existe en este universo, por que si analizo un poco debo recurrir a misterios que han deslumbrados a la humanidad como las pirámides egipcias, la cultura y el conocimiento de las tribus Mayas e Incas, o el famoso Triangulo De Las Bermudas, etc.
Creo que desde tiempos remotos estamos siendo observados y analizados por seres que poseen un nivel de inteligencia muy superior al nuestro pero que no le representamos un riesgo para ellos como enemigos ya que el único enemigo que el Hombre tiene es el mismo Hombre que se destruye así mismo.

El Anillo De Boda de la Muerta


En Joachimstal, en la región de Angermünde, murió una mujer casada. El marido tuvo gran sentimiento, le hizo un buen entierro y la llevó al camposanto. Mas antes de meter el féretro en la tumba, y al descubrirla, tomó el anillo de boda de la mano de la muerta para conservarlo. Una vez hecho esto y dado tierra al cadáver, regresó a su casa. Guardó el anillo en una caja y se dispuso a acostarse, porque ya se había hecho de noche. Sin embargo, el dolor no le dejaba reposar y estaba completamente desvelado. Tenía las ventanas de su habitación abiertas y en un momento vio, lleno de sorpresa, que a través del jardín venía una forma blanca, que pronto reconoció como su mujer. No se atrevió a moverse y vio cómo la aparición entraba en la casa y andaba por las habitaciones, como buscando algo. Después desapareció.

El campesino, a la mañana siguiente, atribuyó lo que viera a un sueño o a una fantasia. Por la noche, sin embargo, volvió a suceder lo mismo: llegó la mujer, entró en la casa, y buscaba y buscaba. Creyó el asustado hombre oír como suspiros y una voz entrecortada que decía lastimeramente: "¡Mi anillo! ¡Mi anillo!"

Esto se repitió una noche más. Hasta que el campesino, creyendo que fuera el anillo de boda lo que la muerta buscaba, lo sacó de la caja en donde lo había guardado, fue al cementerio y lo metió junto a la tumba de su mujer, todo lo hondo que pudo.

La Campana De Espejos


Hace muchos cientos de años que los sacerdotes de Mugenyama, en la provincia de Totomi, necesitaban una gran campana para su templo. Pidieron, por lo tanto, a los feligreses que les ayudasen a recoger el bronce, entregando ellos sus espejos para fundir, y así poder fabricarla. (Esta es una vieja costumbre japonesa que sigue aún hoy en día).

En los tiempos a que se refiere esta leyenda había una mujer que vivía en Mugenyama, la cual entregó su espejo para la fundición de la campana. Luego, pensando en la donación que había hecho a los sacerdotes, se acordó de que aquel espejo había sido legendario en su familia, y empezó a lamentarse de haberlo hecho. La pobrecilla iba todos los días al templo, y allí, entre un montón que aumentaba paulatinamente, siempre vislumbraba su espejo. Muchas veces trató de recogerlo, mas fue inútil. Era una mujer pobre, pues de lo contrario hubiese podido entregar una suma de dinero a los sacerdotes y así haber rescatado su preciado espejo. De tal manera se amargó la vida, que se le hizo insoportable. Llegaba a pensar que el espíritu de su madre habitaba el espejo, acordándose del viejo dicho de su país: "el alma de una mujer está en su espejo".

Llegó el momento en que los espejos se amontonaron en tal cantidad, que fueron enviados a la fundición. Mas por mucho que trataban de fundirlos dentro del molde de la campana, todo era inútil. Una y otra vez trataron de fundirlo, en balde; no había manera. Los sacerdotes pensaron que una de las mujeres que había donado su espejo lo había heho de mala gana, y, por lo tanto, la frialdad de la donación no permitía la fundición. Naturalmente, en un pueblo tan pequeño todo el mundo se enteró de lo sucedido y por fin conocieron de quién era el espejo. La pobre mujer, no pudiendo aguantar tal afrenta, se quitó la vida, dejando una carta que decía: "Cuando esté muerta, no será muy difícil forjar la campana. Mas a aquel que llegue a romper la campana, sonándola, mi espíritu le recompensará con una gran fortuna".

Hay que saber que todos aquellos que mueren en cólera o se quitan la vida en este estado poseen una fuerza sobrenatural. Ahora bien, una vez que la campana estuvo fundida y colocada sobre el madero que se utiliza a guisa de campanario, el pueblo entero se acordó de las palabras de la suicida y a todas horas estaban al lado de la campana, sacudiéndola con gran fuerza, por si de esta manera conseguían romperla y ganar la fortuna que le carta prometía. Hasta tal punto llegó el escándalo, que los sacerdotes, hartos de oír la maldita campana, que traía de cabeza a todo el vecindario, la cogieron una noche y la hicieron rodar por la cuesta abajo, sepultándose en un gran pantano que allí había y de esta manera desapareció la campana, mas no así la leyenda, que la siguió llamando la Mugen-Kane o campana de Mugen.

Ahora bien: una de las cosas más curiosas de las costumbres japonesas es que el efecto mágico de un dicho o de una cosa sigue, aunque el acto u objeto antiguo haya desaparecido. Por ejemplo: hay que ser muy acaudalado para poder construir un templo a Buda; mas si un pobre hubiese de depositar una piedrecita delante del Buda en persona y ofrecérsela como un templo, el Buda lo tomaría como si se hubiese construido. Tampoco se puede uno leer los seis mil setecientos setenta y un tomos de los textos budistas; mas si se hubiese de leer un trocito con la fe firme de que se habían leído todos, esto serviría ante Buda de la misma manera.

Después que la campana había sido sumergida en el pantano, la gente seguía rompiendo cosas en memoria de la famosa campana. Y ocurrió una vez que Umegae estaba viajando con su marido, un famoso guerrero de la tribu de los Heike, llamado Kajiwara, y se encontraron con dificultades pecunarias muy estrechas. Umegae, acordándose de la campana de Mugen, formó una campana de bronce y comenzó a tañerla hasta que se rompió. Uno de los huéspedes, que estaba en el cuarto contiguo, preguntó a qué se debía tanto ruido, y al esplicárselo, le regaló a Umegae la cantidad de trescientos ryo.

De esta experiencia salió una canción que cantaban las bailarinas japonesas, que dice: "Si por romper la campana de Umegae pudiese yo ganar suficiente dinero, negociaría la libertad de todas mis compañeras".

Después de este hecho, la campana de Mugen se revistió de más fama y mucha gente siguió el ejemplo de Umegae, por ver si les pasaba lo mismo.

Entre la mucha gente que creía en esto se encontraba un campesino que se había gastado toda su fortuna en juegos y en mal vivir. Este sujeto hizo una campana de arcilla y la tocó hasta que se rompió, diciendo que era la campana de Mugen. No había hecho más que romperse, cuando del suelo surgió la forma de una mujer que llevaba en las manos un jarrón tapado. La mujer se dirigió a él, diciéndole:

- He venido a contestar a tu ruego tan ferviente; toma este jarrón, en justo pago por tus rezos.

Diciendo esto, desapareció de la misma manera que había aparecido.

El hombre, dando grandes gritos de alegría, entró corriendo en el cuarto de su mujer con el jarrón en las manos, que pesaba mucho. Entre los dos lo destaparon muy cuidadosamente, encontrando que estaba lleno hasta arriba de...
La aparición no volvió a la casa y el marido comprendió que la mujer había alcanzado ya el reposo.

La isla Del Diablo


No ha sido la de San Brandán o San Borondón la única isla viajera; sólo ha sido la más famosa. En la costa argentina, a una legua poco más o menos al este de la ciudad de Goya, existe una isleta que antiguamente cambiaba también de situación, si bien no llegaba a desaparecer como aquélla: es la Isla del Diablo.

Según la tradición, esta isla fue, en otra época, un islote fantasma. Unas veces aparecía más al Norte, otras más al Sur, y nunca se estaba fija en el mismo punto. Este cambio constante de situación no constituía, sin embargo, la principal dificultad para desembarcar en ella. El mayor obstáculo para el viajero que pretendiese poner la planta en la movediza tierra consistía en la ferocidad de sus habitantes: unos espíritus infernales capaces de amedrentar con sus gestos y gritos extraños al corazón más decidido y valiente.

Sometida a estos cambios de lugar y señoreada por tan horripilantes huéspedes, estuvo la isla durante muchísimo tiempo. Al cabo, estas condiciones cambiaron radicalmente. Un fraile misionero fue el autor de la benéfica variación.

Enterado de los fenómenos que en la isleta se daban e informando de la extraña naturaleza de los habitantes, concibió un proyecto para librar de maléficas influencias aquella porción de tierra. Su plan era un verdadero plan de conquista. Sin embargo, la expedición que organizó no presentó ningún aparato bélico. Su tropa estuvo constituida por fervorosos fieles que se dirigieron a la isleta rezando la más adecuadas preces; llevaba como enseña la más alta de todas -la de la Cruz- y como única arma, la del exorcismo.
Bendecida la tierra maldita, pudieron todos desembarcar en ella sin ninguna dificultad. Y desde entonces, la isla ya no ha vuelto a moverse.

lunes, 7 de marzo de 2011

La Leyenda De La Chancha con Cadenas


Un alma chancha, semi campera, no plenamente urbana, es la asusta que suele aparecerse por el Noroeste de la Provincia de Córdoba, en los pequeños poblados de las estribaciones de las Sierras Grandes, poco antes de las Salinas de Catamarca.

Ha sabido vérsela por los departamentos de Ischilín, Noroeste de Tulumba y Sobremonte, pero hay quien dice que alguna vez también llegó a Río Seco (a los bañados previos a la Mar de Ansenuza), a toda la largura este-oeste de Tulumba y hasta a Barranca Yaco y Mula Muerta, al sur del tradicionalista departamento Totoral.

Como quiera que sea, es un hecho que el epicentro de la Chancha ha estado siempre en Ischilín, en el triángulo formado por Quilino, Los Cadillos y San José de las Salinas; y ha sido precisamente en Quilino y Villa Quilino, separadas por las vías, en donde se ha presentado con mayor asiduidad.

Pero donde quiera que se la vea, la Chancha con Cadenas tiene siempre dos versiones: para algunos, es una cerda diabólica, enteramente renegrida, que emprende desquiciadas carreras en medio de la noche causando el mal a quien la encara, para otros, en cambio, es simplemente un alma en pena, de color negro, rojo o bayo, que ronda lastimera en las tormentas nocturnas, plañendo su desgracia.

Todos coinciden en que se trata del ánima de una mujer maldita, que arrastra sus cadenas y purga sus pecados (y hay también acuerdo total en su elusividad, ya que se sabe que, si se la quiere ver y se la busca, se desvanece; y se desvanecen también los estrépitos de su carrera espectral).

Especialmente espeluznantes son los relatos de los que la oyeron en Quilino y San José de las Salinas; en estas poblaciones, cruzadas por el ferrocarril, se la supo ver por los durmientes, en las noches de plenilunio y luna nueva, echando un chisperío al contacto de sus cadenas con los fierros de las vías, perseguida por sus fuegos, llorando desbocada.

Sin embargo, no sólo al Norte y al Oeste de la intrincada geografía de la provincia, dejó la Chancha sentir su tenebrosa huída: pobladores de detrás de las montañas, dicen que en Caminiaga y Cerro Colorado, también se la ha visto u oído.

Y que en noches aborrascadas de primavera, cuando ululaba el Pampero, o en oscuras madrugadas intolerables, cuando empezaba a zondear, rodeaba las iglesias y los cementerios y al ruido de sus eslabones malditos, las viejas se persignaban y los niños se hundían más entre sus mantas…. y había aún quien le encendía velas, para espantarla o pedir la Santa Intercesión para el perdón de sus faltas.

Cuando a principios de 1980 el gobierno decidió de facto retirar el ferrocarril que iba al Oeste, hacia Catamarca, las poblaciones languidecieron: San José, Quilino, San Pedro, Jaime Peter, Chuña, Huascha, La Juanita, la ciudad misma de Deán Funes y otras muchas, decayeron penosamente.

También languideció la Chancha con Cadenas.

Actualmente, todo el norte y la zona de frontera comprendida entre las Salinas Grandes y las Salinas de Ambargasta, y de Sumampa, declinan poco a poco, asediados por la crisis, la incomunicación y los depredadores con cédula legal.

Ya no se oyen los ferrocarriles ni el sollozo del crespín en las ramadas; escasean el monte, los delicados guazunchos, los pecaríes, los pumas, las palmeras; los antiguos pobladores, despojados, emigran a los márgenes ominosos de la ciudad capital.

Entre las pavorosas hojas de la soja mutante, como en las praderas de algún planeta extraño, sólo se escucha, desolado, el ulular del viento
Y, muy, muy, de vez en cuando, las carreras fantasmas del Almamula y de la Chancha con Cadenas, que se resisten a migrar.

La Leyenda Del Pitufo Enrique


Mucho se habla y se sigue hablando sobre un entidad apodada "El Pitufo Enrique", (catalogado asi por la famosa serie Los pitufos, o The smurs) seria mas bien una leyenda urbana que se dio a la fama a principios del año 2000 en donde el canal de noticias Cronica TV anuncion estos acontecimientos sucedidos a 2 policias de la provincia de Catamarca, Argentina.

El 17 de abril del 2000, en Santiago del Estero un agente de policía de la localidad de Frías regresaba a su domicilio por la Plazoleta Antonio De La Vega cuando, repentinamente vio un ¨petiso¨ que identificó como a un niño. Molesto porque era tarde y el menor andaba solo por la zona, el oficial se acercó para recriminarlo con la firme intención de devolverlo a su domicilio, pero grande fue su sorpresa cuando el ¨pequeño¨ de extraña apariencia encendió sus ojos como llamas rojas fulgurantes. Reservado su nombre, el oficial comentó que todo pasó rápido y que de un momento a otro la figura desapareció. Pero todavía más impresionante resulta la experiencia de otro policía, el Cabo Agüero en la localidad de Banda Varela en la Provincia de Catamarca, a pocos kilómetros de la capital provincial. El episodio ocurrió cuando Miguel Carlos Agüero ( 37 ) dijo haber visto un ¨duende¨que le habló y le dijo que venía a buscarlo ¨de parte de Satanás.

El hecho se registró en la subcomisaría de Banda Varela y que debió ser transitoriamente clausurada para evitar una psicosis entre los uniformados. Según indicó el parte oficial enviado por la comisaría tercera de la que depende la subcomisaría aludida, a la 1,30 AM se despachó un móvil al lugar ya que durante tres oportunidades se había intentado establecer comunicación con el agente de consigna en la dependencia infructuosamente. A su arribo pudieron constatar que Agüero se hallaba sin aparente conocimiento, sentado en una silla y los ojos abiertos mirando el techo; tratando de animarlo el agente reaccionó y al momento comenzó a gritar ! me viene a buscar! señalando el vacío. Presa de un shock nervioso con agudos signos de alteración fue trasladado al hospital más cercano donde se realizó un análisis de sangre para determinar la posibilidad de una intoxicación, aunque no se hallaron evidencias de la presencia de substancias que produjeran alucinación. Según el informe médico, Agüero ingreso al hospital con una crisis ¨estereoforme¨ y durante un tiempo del total de su internación deliraba haciendo referencia a ¨una persona enana que había hablado con él¨.
En el periodo que circulo la leyenda, fallecieron de causas desconocidas 3 personas en la zona, las cuales tenian marcas extrañas en la piel, pero ninguna herida, Estas marcas no se pudieron mostrar por que no lo permitieron los familiares. (entonses es alta mentira).
Ante la preocupación generada el jefe de la Unidad Regional Zona Centro, comisario Córdoba, dispuso el cierre provisional de la de pendencia hasta tanto se dispusiera de un oficial para que quedase de consigna en la unidad.

La Base Extraterrestre de Erks


El Cerro Uritorco se encuentra en la localidad de Capilla del Monte, en la provincia de Córdoba; Argentina. En torno a éste lugar se han entretejido miles de historias sobre Ovnis, vida extraterrestre, campos energéticos y hasta la leyenda de una ciudad oculta a la que los investigadores de lo paranormal denominan Erks. Y no es para menos, al aproximarnos al lugar comenzamos a percibir ver dos cerros que se alzan solitarios al cielo, como induciendo a pensar que en realidad no deberían estar en ese lugar. La historia del Cerro debe su fama a partir de presuntos avistamientos y hallazgo de extrañas huellas desde el año 1986.

Se cree, que en el interior de los cerros existen largos e interminables pasadizos o galerías que, en ocasiones, cruzan de un continente a otro, incluso por debajo de los océanos. La más extraordinaria de estas ciudades subterráneas en territorio argentino, sería Erks, una base extraterrestre que según los entendidos, puede detectarse dentro del denominado Triangulo de Terrera, cuyos vértices se asientan en el cerro Calaguala, en las cercanías de San Agustín, provincia de Córdoba; el otro vértice se encuentra en la localidad de Serrezuela y, su vértice noreste, se asienta en el Cerro Colorado, ambos también en territorio cordobés. La mencionada ciudad de Erks se ubicaría al noroeste del Sagrado Cerro Uritorco y en las cercanías de otro monte de la Sierra Chica, conocido como el Cerro Pajarito.

La ciudad escondida de Erks, Una base extraterrestre?

Existen numerosas hipótesis que intentan explicar el origen de los fenómenos relacionados con la ciudad de Erks y con lo que acordaron en llamar el “Bastón de Mando”.

Resulta que durante la década del 30, en las cercanías del cerro Uritorco, fue encontrado un objeto del que se hablaría por muchos años. Formado de piedra balsámica negra pulida, y de forma muy cercana a la de un bastón, medía poco más de un metro y se aseguró que su antigüedad databa de 8 mil años. Fue bautizado como el Bastón de Mando o Piedra de Habla. Esta última denominación, a causa de las vibraciones que emitía el objeto. Quizá, para los que pudieron entenderla, significaba la voz del más allá que aportaba las respuestas siempre buscadas por los hombres.

Según los historiadores, el origen de éste Bastón era en realidad un poco menos sobrenatural y se debe a razones propias de los antiguos habitantes de la zona: Los indios Comechingones.

Esta ciudad subterránea de Erks, cuyas entradas nadie ha podido descubrir, es poseedora de los tres espejos sagrados, mediante los cuales sus sacerdotes o maestros pueden contactarse directamente con otras ciudades secretas, con las naves cósmicas que se desplazan por el espacio y también penetran en Erks, y con el denominado Reino Supremo, que se ubica en el Cosmos. Durante las noches, la ciudad subterránea de Erks ilumina los cerros y las quebradas con una tenue luz blanquecina; pero cuando las naves cósmicas abandonan el recinto, desplazándose por encima de la sierra con sus luces blancas y brillantes, la superficie de los campos se torna iridiscente a causa del mensaje de paz y de amor que irradian sobre los hombres que las contemplan.

En la ciudad secreta de Erks supuestamente existen maestros cósmicos que no viajan en las naves luminosas, dedicándose a la regencia del reino subterráneo. El sacerdote Kitiuma es el regente absoluto de la ciudad de Erks, dentro de esa milenaria urbe de los espejos vive también el sacerdote Watuma o Guatuma, primer miembro del Consejo, quien firma decretos y autoriza el ingreso de todos aquellos seres y humanos que han sido formados metafísicamente en la dimensión cósmica, lo cual ha despertado su intelecto superior.

El Nahuelito, El Monstruo Del Lago Nahuel Huapi


La considerable cantidad de expediciones consagradas a encontrarlo, y el hecho de que el 50 % de los habitantes de Bariloche crea en Nahuelito (según una encuesta) nos impone, al menos, el deber de tratar el asunto con seriedad.

Es claro, pese a las enérgicas afirmaciones de la existencia de Nahuelito, que el caso presenta todos los signos de una leyenda. Repasemos las distintas hipótesis, a favor y en contra de la veracidad de la historia:

Nahuelito es un dinosaurio: es la teoría más popular. Enuncia que el origen de la criatura se remontaría a tiempos prehistóricos. El Nahuelito vendría a ser una variante del plesiosaurio. Esta hipótesis se presenta a priori como la más sensata. No obstante, no resiste el hecho comprobado de que los lagos en los que moraría el mítico animal se formaron en una etapa geológica posterior a la extinción de la especie señalada.
Nahuelito surge de una mutación: esta versión, un tanto insólita, sugiere que Nahuelito es el resultado inesperado de una misteriosa mutación producida a partir de experimentos nucleares realizados en la década del 50´ en la Isla Huemul.

Nahuelito es, en realidad, un submarino: esta explicación atribuye las apariciones a una pequeña nave submarina de origen desconocido perseguida en los 60´ por la armada argentina. La fisonomía de este ejemplar mecánico habría sido confundida por su aspecto con una criatura acuática.
Finalmente, otras hipótesis explican que lo que ojos torpes o fantasiosos no tuvieron la menor vacilación en señalar como Nahuelito, correspondería en realidad a troncos a la deriva, materia orgánica acumulada en estado de putrefacción, burbujas de gas que agitaban la superficie o hasta rebaños de ovejas que cruzaban el lago a nado por su parte más baja en busca de mejores pasturas (las cuales vistas en conjunto parecían un gran animal nadando). ¡Sí, señores, es probable que a esta altura el Nahuelito tenga conflictos de identidad!

Las teorías que abonan la existencia de Nahuelito, evidentemente, continúan bajo el velo de la ambigüedad. Jamás han sido científicamente demostradas y probablemente no lo vayan a ser, pero es curioso que la gran mayoría de los relatos coinciden en describirlo como un animal de aproximadamente 10-15 metros, dos jorobas, piel de cuero y, en ocasiones, un cuello en forma de cisne. Resulta llamativo que esta caracterización se asemeje a las descripciones que hicieron los mapuches doscientos años antes.

El legado de las leyendas aborígenes acerca de un animal acuático (los mapuches lo llamaban “cuero”) retozando en las aguas del Nahuel Huapi fue recuperado a comienzos del siglo XX. En 1910, George Garret se desempeñaba como gerente en una compañía que navegaba por el lago Nahuel Huapi. Un día de aquel año avistó un animal que, de acuerdo a su testimonio, "parecía tener entre 15 o 20 pies de diámetro, sobresalía quizás 6 pies por encima del agua y estuvo 15 minutos a la vista". Esta experiencia recién salió a la luz pública en 1922 en un artículo publicado por el periódico Toronto Globe. En aquella época, las historias acerca de la existencia de monstruos acuáticos estaban en boga a partir de la gran consideración mediática que tenía Nessie, la bestia del lago Ness.

La primera expedición para encontrar a Nahuelito se llevó a cabo ese año. Fue capitaneada por el superintendente del zoológico de Buenos Aires José Chiagi, luego de que el insigne buscador de oro norteamericano y ex sheriff Martín Sheffield informara acerca de huellas al director del zoológico Dr. Clemente Onelli. Sheffield había arribado a la Patagonia tras la pista de los célebres bandidos Butch Cassidy y Sundance Kid.

A partir de entonces, las expediciones para capturar a Nahuelito no cesaron, a pesar de las permanentes quejas de las asociaciones protectoras de animales que se oponían a las incursiones de grupos de caza en las costas del Nahuel Huapi.

Que estas empresas de búsqueda nunca hayan obtenido resultados positivos, no significa que las creencias que avalan la existencia de Nahuelito hubieran caducado. Éstas se basan en los avistamientos de muchas personas y en documentos fotográficos no concluyentes. El misterio sigue en pie.
Ya sea objeto de conocimiento o de la imaginación, el enigma Nahuelito es una sana excusa para mantener en estado de vigilia la curiosidad del hombre. Las aguas del Nahuel Huapi, rodeadas de importantes centros turísticos como Bariloche y Villa La Angostura, nos invitan a explorar sus secretos.

domingo, 6 de marzo de 2011

La Tormenta de Santa Rosa de Lima


La tormenta de Santa Rosa o temporal de Santa Rosa es una expresión popular para designar una tormenta que se desarrolla en el Hemisferio Austral en un lapso de entre 5 días antes y 5 días después del 30 de agosto, fecha correspondiente a la festividad de Santa Rosa de Lima.
La expresión tiene su origen en una leyenda que atribuyó a los poderes místicos de Isabel Flores de Oliva una fuerte tormenta que impidió que piratas holandeses atacaran la ciudad peruana de Lima. Según los meteorólogos el evento no tiene la certeza que el imaginario popular le atribuye, e imputan su ocurrencia al choque de los primeros vientos cálidos con los frentes fríos producto del acercamiento de la primavera.

En 1615, en la ciudad peruana de Lima, “Ciudad de Los Reyes”, una religiosa beata Rosa –(Isabel Flores de Oliva, 1586-†1617)– encabeza una rogativa desde una Iglesia, ante el posible desembarco de naves de piratas holandeses que ya habían asaltado el puerto vecino de El Callao. Sin previo aviso, una gran tormenta impidió que las embarcaciones se acercaran a tierra y así, la ciudad de Lima quedó salva. Los creyentes comenzaron a atribuir la presencia de la tormenta y la huida de los piratas, al poder místico de Rosa.
La leyenda se popularizó en Argentina, con gran fuerza en la zona del Río de la Plata, en Córdoba y en la región de Cuyo. En la provincia de Mendoza, uno de sus departamentos lleva su nombre. Es una región realmente seca, y es muy poco frecuente que la tormenta (muy benéfica allí) se produzca.
En el Hemisferio Austral, a partir de mediados de agosto, es común oír hablar de la tormenta de Santa Rosa. Popularmente, se afirma que se produce unos días antes o unos días después del 30 de agosto, asociada al santoral de Santa Rosa de Lima, "Patrona de las Américas", agregando la creencia de ser una de las peores tormentas del año.

Climáticamente en el Hemisferio Austral, la tormenta de Santa Rosa puede constituirse en una de las primeras tormentas, hacia el final del invierno, unos diez días antes del 30 de agosto y veinte primeros días de septiembre.
Para el Vocabulario Meteorológico Internacional de la Organización Meteorológica Mundial, OMM, "tormenta” es la descarga brusca de electricidad atmosférica que se manifiesta por un resplandor breve (el relámpago) y por un ruido seco o un estruendo sordo (el trueno), asociada a nubes convectivas (cumulunimbus) y suelen llegar con lluvia en forma de chaparrón o, en latitudes más altas, de nieve o granizo, y también de vientos fuertes. En invierno no ocurren estas tormentas convectivas, porque para su desarrollo, se necesitan condiciones energéticas más de primavera y de verano. Y, al acercarse el equinoccio de primavera del Hemisferio Sur (22 o 23 de septiembre), el acercamiento paulatino (por el ángulo de inclinación del eje del planeta) de este sector de la Tierra al Sol aumenta la disponibilidad de energía en el "Subsistema Austral Climático Terrestre", produciéndose cambios en la "Circulación Atmosférica Regional", desde fines de agosto. Con presencia de aire cálido y húmedo del norte, sumado a más radiación solar y a entrar "Perturbaciones Sinópticas" del oeste podría aparecer el fenómeno de tormenta saliendo del invierno, en cercanías del 30 de agosto, día de Santa Rosa de Lima.
Dicha perturbación se produce ya a que el Polo Sur sigue aún muy frío mientras que el continente austral comienza el lento proceso de calentamiento.
Popularmente (mito) se espera que la tormenta de Santa Rosa sea más fuerte que cualquier otra, pero normalmente no es así. Para la ciudad de Buenos Aires (Observatorio del SMN Villa Ortúzar), del análisis de la frecuencia de aparición del Fenómeno Tormenta", 5 días antes y después del 30 de agosto, del período 1861-2003. Así, sólo 16 veces en 142 años, se produjo la "Tormenta" de Santa Rosa de Lima.
La “Tormenta de Santa Rosa” se observa en algunas provincias argentinas, mientras que en otras, como Salta, Mendoza o San Juan, muy rara vez aparece este fenómeno. En Uruguay se produce con una frecuencia parecida a la de la provincia de Buenos Aires. Fenómenos similares se observan en Sudáfrica y en Australia.

La Sierra de Plata


Sierra de la Plata ("montaña llena de metal plata", fue una legendaria idea de tesoros de plata que se creía estaba en el interior de Sudamérica. La leyenda se alimentaba por el uso de objetos en plata que veían en los pueblos originarios de la región. La leyenda estaba asociada con la del Rey Blanco.
En el siglo XVI, el estuario de los ríos Uruguay y Paraná era nombrado por los españoles y portugueses como Río de la Plata, el "de la" era debido a que se creía que remontando el curso llegarían a la Sierra de la Plata. Fue así que tuvo su inicio la exploración y colonización de la Cuenca del Plata de la mano de don Pedro de Mendoza y otros adelantados.
Nunca hubo evidencia alguna de ser realidad tal montaña rica en vetas de plata. Lo más cerca al mito es el famoso Cerro Rico de Potosí en Bolivia.
La República Argentina tomó su nombre del vocablo latino para plata, argentum.

El equeco o Ekeko


Es un dios de la abundancia, fecundidad y alegría de origen aimara o colla, que todavía recibe cierto culto en el altiplano andino, sobre todo en el solsticio de verano, cuando se celebra la feria de la Alasita.
Es un ídolo que se cree provee de abundancia al hogar donde se le tributaba ofrendas de alcohol y cigarrillos.
Toma la forma de una persona sonriente, ligeramente obesa, vestida con ropas típicas del altiplano y cargando gran cantidad de bultos de alimentos y otros objetos de primera necesidad que cuelgan de sus ropas.
Actualmente la estatuilla que lo representa tiene un orificio apropiado en su boca para poder introducirle cigarrillos encendidos, que la estatua «fumaría».
Originalmente el nombre provendría del quechua iqaqu.

El ekeko es una deidad venerada desde siglos antes de la conquista del territorio por los españoles. Sus seguidores creían que ahuyentaba la desgracia de los hogares y atraía la fortuna.
Se piensa que se originó entre los habitantes de la cultura Tiwanaku. Tras la conquista por los aymaras y luego por los incas, adoptaron la deidad, y la convirtieron en símbolo de la fertilidad y la buena suerte.
En 1612, el jesuita Ludovico Bertonio, publicó el "Vocabulario de la Lengua Aymara" donde menciona a esta deidad andina.

El arqueólogo paceño Carlos Ponce Sanginés opinaba que las antiquísimas figuras antropomorfas (con joroba prominente y apéndice fálico) serían de la época del Imperio inca, y antecesoras del equeco de la época de la colonia.Manuel Rigoberto Paredes escribió que estas diminutas estatuillas fálicas serían remanentes de remotas fiestas sagradas del solsticio de verano.
En sus inicios, el Ekeko era de piedra, jorobado, tenía rasgos indígenas y no llevaba ningún tipo de vestimenta: su desnudez era el símbolo de la fertilidad.
En la colonia el culto a la deidad tomó nueva fuerza en La Paz (actual sede de gobierno de Bolivia) durante el cerco que ésta ciudad soportó durante el alzamiento indígena de Túpac Katari contra el control español.
La Iglesia Católica intentó erradicar su culto en tiempos de la colonia, sin mayor éxito, aunque la imagen llegó a sufrir ciertos cambios: fue vestida y sus rasgos cambiaron a los de un mestizo.
Hoy en día, existe en la sierra sur del Perú como en el occidente de Bolivia la creencia de que el ekeko es capaz de conceder los deseos de sus seguidores si estos le ofrecen una copia de ellos en miniatura, y muchos tienen en casa una imagen para que les resuelva los problemas, dejando dinero a su lado y manteniendo un cigarro encendido en su boca, que si se consume hasta la mitad es señal de mal augurio. Las figuras que le ofrecen son de cerámica, metal o piedra reproduciones exactas del objeto de sus peticiones: automóviles, electrodomésticos y alimentos. Cuando se desea amor, se le entregan miniaturas de gallos y gallinas. La deidad es conocida en los diferentes lugares del mundo donde colonias de emigrantes bolivianos han extendido su culto.
La figura del Ekeko tomó gran popularidad en la provincia de Buenos Aires (Argentina) durante el periodo hiperinflacionario de los años ochenta. Allí sus adeptos lo toman como una especie de patrono de la fortuna.

El Mito Del Calafate


El mito de Calafate es una historia contada por los tehuelches y selknam (onas), indígenas de la Patagonia y Tierra del Fuego, que fue adoptada en el folclore de Argentina y de Chile. Intenta explicar el origen de la planta de calafate.

Existen dos versiones principales. Una cuenta la historia de un amor entre dos jóvenes de tribu distintas, y se conoce en Chile y Argentina; la otra, habla de una anciana tehuelche abandonada, y se cuenta en Argentina.
El mito cuenta que un jefe tehuelche tenía una hija llamada Calafate que era lo que él más amaba. Ella era una hermosa joven de ojos dorados y siempre había obedecido en todo a su padre. Pero las cosas cambiaron cuando el clan de Calafate recibió a un joven selknam para que estuviera a prueba entre ellos y superara el kloketen o rituales de iniciación para convertirse en hombre.
Pronto surgió el amor entre los dos jóvenes y pensaron en irse juntos, a pesar de que los tehuelches solían menospreciar a los selknam y el jefe se oponía rotundamente a la unión. Por sus tradiciones, no podían dañar al muchacho durante el kloketen y para evitar que siguieran con su relación, al padre de Calafate no le quedó más remedio que pedir ayuda al chamán. Éste le respondió que no podría hacer que se acabara su amor, pero sí podría mantenerlos separados para siempre.
La muchacha fue transformada mediante magia en una planta espinosa que nunca antes se había visto en esas tierras, pero que tenía flores doradas como los ojos de Calafate. Por muchos meses el joven vagó por la estepa buscando a su amada y los espíritus lo ayudaron, convirtiéndolo en una pequeña ave que podía recorrer con más velocidad las grandes extensiones patagónicas. Un día de verano, el joven metamorfoseado se posó en un arbusto que no había visto antes y al probar sus frutos se dio cuenta de que eran tan dulces como el corazón Calafate. Así lograron reencontrarse después de haber creído que no sería posible.
Una variante de esta historia cuenta que Calafate era una joven selknam y que el joven era un prisionero yagán atrapado en las costas de Tierra del Fuego.
En la Patagonia se cuenta que el embrujo de Calafate permanece en los frutos de calafate y que quien los coma una vez no dejará de regresar al lugar en que lo hizo.
Es por eso que la leyenda dice: "El que come Calafate, siempre vuelve por más".

En una tradición tehuelche se narra que hace mucho tiempo, los seres humanos y las aves de la Patagonia debían emigrar hacia el norte todos los inviernos por la escasez de alimento. En una toldería tehuelche había una anciana chamán llamada Koonex, que ya no era capaz de emprender el largo viaje, así que sus parientes le hicieron un toldo con pieles de guanaco, le dejaron utensilios y alimentos y se marcharon. La anciana se quedó sola y cayó en un sueño profundo
En la primavera siguiente, algunos pájaros que volvían del norte se posaron en el toldo de Koonek y oyeron cómo la voz de la anciana los reprendía por haberla abandonado. Ella les dijo que los entendía y que por eso haría algo para que nunca más tuvieran que irse y dejarla allí. Cuando el toldo voló, los pájaros pudieron ver que debajo ya no estaba Koonex, sino una planta espinosa de flores amarillas.
Cuando maduraron los frutos, personas y animales notaron que se podían comer y que eran buenos. Por eso ya no fue necesario emigrar hacia el norte. Se cuenta que los tehuelches desparramaron las semillas del calafate (koonex en su lengua) por toda la Patagonia y que quien pruebe sus frutos ya no necesita irse.